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Cuidados adecuados para la piel del rostro seca y sensible

Cualquier persona que se queje de tener la piel de la cara o del cuerpo muy seca y sensible, o que incluso sufra dermatitis atópica, debe tener especial cuidado a la hora de elegir los productos y las rutinas de belleza para su programa de cuidado de la piel. Aquí puedes descubrir cuáles pueden ser las características y causas de la piel sensible o extremadamente seca y cómo cuidar de forma óptima tu piel corporal o facial.

Cómo reconocer una piel muy seca y sensible

La piel sensible y seca suele reconocerse por una desagradable escamosa y áspera, grietas y zonas visiblemente secas y escamosas en la cara o el cuerpo.

Cómo ayudar a tu piel

La regla básica para este tipo de piel es ¡Menos es más! Sobre todo, es importante proteger la piel para que no se reseque y favorecer la regeneración natural de la barrera protectora de la piel. Esto significa que una barrera dañada está mucho más propensa a que los alérgenos puedan penetrar en la piel y desencadenar reacciones; una piel seca y desequilibrada no tolera para nada los productos de cosmética convencionales y reacciona con especial intensidad a determinados emulsionantes, aceites perfumados, colorantes o sistemas conservantes sintéticos. Por eso debe evitar por completo las sustancias irritantes. Lo ideal es usar productos para el cuidado de la piel con pocos ingredientes, pero eficaces, que refuercen la barrera lipídica y la función protectora de la piel seca.

Debe aplicarse un suero facial o una crema para pieles sensibles antes de acostarse, para que estos puedan penetrar en la piel seca del rostro durante la noche. Cuando te apliques los productos para el cuidado de la piel, también puedes estimular la circulación sanguínea en el rostro con un suave masaje facial.

Masaje facial en 3 pasos

1.

Aplica la crema o el suero en la frente, las mejillas y la barbilla y, a continuación, comienza a extenderla hacia el exterior. Masajea la crema o el suero con movimientos circulares desde el centro de la barbilla hasta las orejas, siguiendo la línea de la mandíbula.

2.

Ahora es el turno de las mejillas: acaricia suavemente desde la nariz hacia el pómulo, luego coloca un poco de crema o suero en la nariz y repite el proceso desde la nariz hasta que estos se hayas absorbido.

3.

La frente también requiere de masaje con los productos adecuados. Aplica el suero facial en sentido ascendente desde el centro de la frente hasta el nacimiento del cabello y en sentido descendente por los laterales hasta el pómulo. Puedes ajustar el orden en función de tus zonas problemáticas. Repite la rutina con la crema facial una vez que el suero se haya absorbido.

Nuestras plantas terapéuticas

ARGAN

Usado regularmente, el aceite de argán puede devolver la firmeza y flexibilidad a la piel seca y arrugada. Su alto contenido en vitamina E refuerza la producción de colágeno y queratina en las capas de la piel. Esto se traduce en un aumento visible de la elasticidad de la piel y en la atenuación de las arrugas.

Calendula

Un valioso extracto de caléndula orgánica calma la piel; la lanolina relacionada con la piel proporciona una protección fiable contra la sequedad. El aceite suave también es muy adecuado para el cuidado de las zonas secas de la piel.

Aloe Vera

El aloe vera ayuda a la piel seca, por ejemplo, a regenerarse y reponer sus propias reservas de humedad. El gel de aloe vera también inhibe la inflamación y suele utilizarse para tratar granos y piel enrojecida o irritada.

Lavanda

El aceite de lavanda estimula el crecimiento de las células cutáneas. Por un lado, tiene un efecto preventivo contra el envejecimiento cutáneo, pero también favorece los procesos de cicatrización. El aceite tiene un efecto antiséptico, calma la piel irritada e inhibe la inflamación.

Rosa Moaqueta

El aceite de rosa mosqueta es rico en ácido linolénico, un ácido graso poliinsaturado. Este valioso aceite vegetal proporciona a la piel un tacto aterciopelado y se utiliza principalmente para el cuidado de la piel seca, agrietada y escamosa.